Esto del confinamiento es como el juego de “pies quietos”, que lo mismo te pilla en un piso interior en Entrevías que en un festival étnico y música electrónica en una playa paradisíaca de Panamá, rodado de beldades tatuadas y bien provistos de drogas psicodélicas.
Esto último es lo que les ha sucedido a 300 asistentes al festival Tribal Gathering, que tenía que haberse clausurado el pasado 15 de marzo, pero que va a tener que prolongarse dos semanas más, después de que el gobierno panameño decretara el confinamiento de la población para contener el coronavirus.
En un comunicado compartido en Instagram, la organización del festival confirma que no hay ningún infectado por coronavirus entre los 300 asistentes, pero todos ellos deben permanecer 14 días en cuarentena después de que el “presidente de Panamá declarara la emergencia nacional debido al Covid-19”.
El ministro panameño de salud ha decretado una orden especial para que nadie abandone el recinto del festival hasta el próximo 30 de marzo, si bien la orden “no está motivada por ningún caso positivo en el test del Covid-19”, según la organización.
El festival Tribal Gathering comenzó el 29 de febrero pasado en Playa Chiquita, un paraje natural de difícil acceso ubicado a unos 200 kilómetros de la capital panameña, en la costa caribeña. En su momento álgido llegó a concentrar a 1.000 personas, de los que solo permanecen los tranceros más recalcitrantes.
Visto en en Instagram, vía Clubbing Spain. Con información de La Estrella.