Ocho personas de la pedanía de Gresik , en Java Oriental, Indonesia, recibieron la orden autoridades locales de cavar tumbas para los muertos de la COVID-19 como castigo por no llevar mascarilla en público.
El jefe del distrito de explicó en declaraciones a The Jakarta Post que castigaba a los residentes que no llevaban máscaras haciéndoles cavar tumbas en un cementerio público de Ngabetan: «Sólo había tres sepultureros disponibles en este momento, así que pensé que podría poner estas personas a trabajar con ellos», dijo Suyono, quien añadió que quienes violen los protocolos de salud no están obligados a asistir a los entierros.
Para ayudar a los sepultureros, el dirigente asignó dos personas a cada tumba, una de ellas se encargaba de cavar la tumba, mientras la otra colocaba tablas de madera dentro del hoyo para apoyar el cadáver. «Esperemos que esta medida pueda resultar disuasoria para los antimáscaras», afirmó.
El número de casos de COVID-19 en Indonesia sigue creciendo. Ayer se registraron 3.141 nuevos casos, con lo que el total de infectados desde que comenzó la pandemia asciende a 221.523. La cifra de muertos desde el inicio de la pandemia es de 9.000 personas.
Además, desde hoy, la capital de Java, Yakarta, ha sido sometida a restricciones sociales más estrictas para controlar la propagación del coronavirus.
The Jakarta Post. Con fotos de Zuma Press.